lunes, 23 de septiembre de 2013

LA PRESION EN LA MUJER


Las presiones de la vida diaria en una mujer

MUCHAS NO ESTAN PREPARADAS

Para una vida en familia

Es fácil dejar de notar las presiones de la vida diaria porque siempre están presentes. Sin embargo, una mujer gasta mucha de su energía lidiando con ese tipo de presiones.

Las actividades y los eventos de la vida diaria generalmente ponen a la mujer bajo presiones que le causan tensión física y mental. La tensión puede deberse a problemas físicos, como enfermedades o exceso de trabajo. También puede deberse a lo que le sucede emocionalmente, como el tener conflictos familiares o el ser culpada por problemas que ella no puede controlar. Aun los eventos que generalmente causan alegría—como el nacimiento de un nuevo bebé o el conseguir un trabajo—pueden producir tensión, puesto que cambian la vida.

Un problema de familia


Cuando una mujer está sujeta a una gran tensión nerviosa todos los días y por una temporada muy larga, es posible que comience a sentirse abrumada e incapaz de darse abasto. El problema puede ser peor si a ella se le ha enseñado que debe cuidar primero de las otras personas, y por lo tanto descuida sus propias necesidades. Si ella no tiene tiempo para descansar o para disfrutar de las cosas que podrían reducir su tensión, es posible que no haga caso a las señas de enfermedad o de agotamiento. Y como mujer, es posible que tenga muy poco poder para cambiar su situación.

Las pérdidas y la muerte

Cuando la mujer pierde algo o a alguien que ella valora—a un ser querido, su trabajo, su hogar, o a una amistad muy cercana—es posible que se sienta abrumada por la aflicción. Eso también puede suceder si se enferma o desarrolla alguna discapacidad física.

La aflicción es una reacción natural que ayuda a la persona a adaptarse a las pérdidas y a la muerte. Sin embargo, si una mujer sufre de varias pérdidas a la vez, o si ya sufre de mucha presión en su vida diaria, es posible que comience a desarrollar problemas de salud mental. Eso también puede suceder si ella no puede guardar luto en las formas tradicionales por ejemplo, si se ha visto forzada a mudarse a una nueva comunidad donde no se practican sus costumbres.

Los traumas

Cuando algo terrible le sucede a la mujer o a uno de sus seres queridos, ella sufre de un trauma. Algunas de las causas más comunes de los traumas son la violencia en el hogar, la violación, la guerra, la tortura y los desastres naturales.

Un trauma amenaza el bienestar físico o mental de la persona que lo sufre. Como resultado, esa persona se siente en peligro, insegura, impotente e incapaz de confiar en el mundo o en la gente a su alrededor. Generalmente una mujer tarda mucho tiempo en recuperarse de un trauma, sobre todo si éste fue causado por otra persona, no por la naturaleza. Los traumas que la mujer pudo haber sufrido cuando era niña, antes de poder comprender lo que le estaba sucediendo o de poder hablar de ello, pueden afectarla durante muchos años sin que ella misma lo sepa.

Los problemas físicos

Algunos problemas de salud mental se deben a problemas físicos, tales como:


Siempre considere la posibilidad de una causa física cuando trate los problemas de salud mental. Recuerde también que los problemas físicos pueden ser señal de un problema de salud mental.

  • No existe una división clara entre las reacciones normales a los eventos de la vida y los problemas de salud mental.
  • La mayoría de las personas sufren de algunas de las señas en diferentes momentos en su vida, porque tarde o temprano, toda la gente tiene que afrontar problemas.
  • sentirse triste casi todo el tiempo
  • tener dificultades para dormir, o dormir demasiado
  • tener dificultades para pensar con claridad
  • perder el interés en las actividades agradables, en la comida o en las relaciones sexuales
  • tener problemas físicos, como dolores de cabeza o problemas intestinales, que no se deben a una enfermedad
  • hablar y moverse lentamente
  • no tener energía para las actividades diarias
  • pensar sobre la muerte o el suicidio

Los ataques de pánico son una forma severa de ansiedad. Suceden repentinamente y pueden durar desde varios minutos hasta varias horas. La persona siente terror o pavor, y teme desmayarse o morir. También puede padecer de dolores en el pecho, de dificultades para respirar y de la sensación de que algo terrible está a punto de suceder.

Toda esta problemática también afecta por rebote al hombre y por ende a toda la familia, el hombre no queda exente de esta problemática, lo puede padecer por inducción o por compartir el estrés y la presión diaria de un diario vivir.

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