viernes, 14 de septiembre de 2012

EL QUE DUERME



EL QUE DUERME





En una cama de madera ornamental
Con decorados en relieve, duerme profundamente
Rafael -inconsciente, tranquilo, y feliz;
Duerme ya en el vigor de la carne
Con sobria sabiduría y madures.

Pero en el salón de velación espera
El rito de las viejas costumbres
Qué inquietos están los dolientes.
Tiemblan los pequeños en los regazos de su madre
Y tratan de ocultar sus cuerpos entre sus abrazos.
Porque escucharon un llanto lastimero.

Un ruido mortal que asciende las escalas,
Pasos cansados que hacen sonar los peldaños.
Y desfallecientes ahora los dolientes,
Cual falsos e hipócritas entre ellos
Se esconden en el fondo de un abrazo,
Fingiendo un dolor, que es más que satisfacción.

Se empujan unos a otros y tropiezan,
Para ver a aquel que yace en su féretro,
Es el, si es verdad, es él, no hay duda
Satisfechas pasan mirando el féretro
Pues han comprendido que no lo verán más.

Han percibido los pasos de alejamiento, de
Aquel que los amo más allá de la muerte.
Ya no les estorbara mas, ni sufrirán, es la
Hora de celebrar, muerto esta, muerto esta.

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